8.9.09

Sol

El personal deconstructor llegó antes de lo previsto. Prendieron sus máquinas, desenfundaron sus palas y comenzaron la poda de edificios en Mac Iver. En cuanto el polvo se disipa tenemos vista a la cordillera. La calle de las ópticas recibe al sol en todo su esplendor, los anteojos brillan en las vitrinas, los poto de botella se calientan e incendian rápidamente una treintena de locales de los que sale gente corriendo despavorida. Los menos preocupados danzamos alrededor de las llamas y cantamos el himno nacional completo, de manera que el personal deconstructor cesa las obras y nos tira piedras.

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